Los jóvenes son el motor del futuro. Según las cifras de la Organización Panamericana de la Salud, hay más de 200 millones de ellos en Latinoamérica entre los 15 y los 29 años. Esta generación, además, se caracteriza por sus deseos de transformar el mundo en que nacieron y la conciencia de que su edad no es un impedimento para hacerlo. Lo que a menudo les hace falta es personas que crean en ellos y les enseñen, desde su experiencia, a construir el mundo con el que sueñan.
Para los jóvenes en Jamaica la vida puede ser desesperanzadora. Es un país en el que mensualmente fallecen alrededor de cien personas como resultado de delitos violentos, el desempleo juvenil supera el 30% y hay más de 120.000 personas entre 16 y 24 años que no pueden estudiar ni trabajar. Por eso es tan importante el trabajo que realiza Victoria Mutual Foundation en las escuelas de la isla.
Victoria Mutual Foundation es una organización que trabaja con los jóvenes de Jamaica brindándoles saberes y oportunidades para que puedan construir una vida exitosa. Desde 2017, en alianza con The British Council, ha estado desarrollando el programa Social Enterprises in Secondary Schools que tiene una duración de tres años y dio inicio en marzo de 2018 con 24 docentes de la isla que fueron entrenados para dirigir a 300 estudiantes entre los grados 7º y 9º en actividades y lecciones dirigidas a reflexionar sobre los problemas sociales de sus comunidades, fomentar el emprendimiento, promover valores y enriquecer la calidad de la educación.
Se espera que para el momento en que concluya, este programa haya llegado a más de 8000 estudiantes en 20 colegios de la isla, que se habrán preparado no solo en emprendimiento social, sino también en creatividad, pensamiento crítico, ciudadanía, colaboración, desarrollo personal y comunicación. De esta manera, los jóvenes serán capaces de imaginar soluciones para los problemas de sus comunidades y tendrán tanto la experiencia como las herramientas para ponerlas en acción.
En Birmingham, Reino Unido, este mismo programa llevó a estudiantes, padres y educadores de una escuela a crear Ballot Street Spice, emprendimiento social que tuesta, muele y mezcla especias artesanalmente para vender tanto éstas como comidas preparadas. El emprendimiento aprovecha la rica tradición cultural y culinaria de la zona —en la que se hablan más de 40 idiomas— para crear cohesión social y ofrecer experiencia real a los jóvenes.
Otro nicho en el que los jóvenes pueden desarrollar sus habilidades para construir el futuro está en la economía creativa. Esta involucra la generación de ideas y conocimiento, y representa uno de los sectores de más rápido crecimiento en el mundo. En México, que es donde este renglón se encuentra más desarrollado en Latinoamérica, la cultura representaba alrededor del 3% del producto interno bruto en 2017 y sigue aumentando año tras año. En este porcentaje se incluyen: generación de ingreso, creación de empleos, inclusión social, diversidad cultural y desarrollo humano.
En febrero de 2019, British Council México lanzó el programa Creative Collective, que tiene como meta seguir impulsando estas industrias al fortalecer las capacidades de los jóvenes creadores, líderes culturales y servidores públicos mexicanos entre los 18 y los 35 años, aunando el emprendimiento social con el desarrollo cultural y creativo.
Durante tres días de ese mes, del 14 al 16, los participantes tuvieron la oportunidad de explorar sus ideas, dialogar con expertos en la materia sobre los retos y posibilidades compartidas, crear nuevas conexiones, acceder a nuevos recursos y desarrollar una propuesta de economía creativa junto con su modelo de negocio.
Creer en la juventud es también darles oportunidad de desarrollar su arte trabajando con profesionales de talla mundial. Un ejemplo de ello es Live Vibe, un programa concebido por Hakeem Onibudo, reconocido coreógrafo que ha trabajado con The Pet Shop Boys y Flo-Rida, anfitrión profesional, director artístico e interprete consumado de danza contemporánea.
Con este programa las jóvenes promesas del Hip-Hop obtienen la posibilidad de trabajar en un ambiente profesional e inspirador, junto con miembros de reconocidas compañías de danza como: Two Gents Production, Impact Dance y Olivier Boy Blue Entertainment. El proyecto culmina con una presentación interactiva en la que incluso los espectadores se ven involucrados.
En Venezuela, este proyecto se puso en marcha por primera vez en 2017 en medio de una profunda tensión política. Los artistas jóvenes que hicieron parte del proyecto dejaron una profunda huella en los organizadores por su pasión, talento y expresividad. Eran 50 bailarines que una vez subían al escenario olvidaban sus diferencias políticas y las dificultades que enfrentaban en su día a día para entregarse por completo al Hip Hop. Tras la presentación final en el Centro Cultural Chacao, dos de los artistas, Eric Peña y Jelena Cobis, fueron invitados por Hakeem Onibudo a participar en el Live Vibe de Reino Unido, en Londres.
Eric Peña, dice sobre la experiencia: “En Hip Hop, un artista más es un delincuente menos. Podemos expresarnos a nosotros mismos, enfocarnos en cosas positivas y no en ambientes violentos. Mi país tiene excelentes bailarines, asombrosos interpretes, maravillosas canciones y esta experiencia es una inspiración”.
Así como el baile le arrebata jóvenes a la violencia, el deporte también los puede guiar por un mejor camino. Una muestra de ello es el rugby, deporte nacido en Inglaterra que cada vez se práctica más en nuestro continente, y que inculca en sus practicantes los valores del juego limpio, la disciplina y la colaboración.
Si bien Argentina es el país con mayor tradición en el continente, los números han crecido particularmente rápido en Brasil, Colombia y Venezuela desde que Premiership Rugby, la liga que reúne la mayor cantidad de equipos y competencias de este deporte, ha estado trabajando en ellos para fomentar la práctica del rugby y fortalecer las alianzas e intercambios existentes a través del programa Try Rugby.
En Brasil, a donde llegó Premiership Rugby en 2012, cada semana más de 15.000 personas participan en actividades relacionadas con el deporte, tanto en clubes como en proyectos de inclusión social. Estas actividades son guiadas por 300 profesores y voluntarios que han sido cualificados para entrenar a los jóvenes interesados.
En Venezuela y Colombia, el programa Try Rugby llegó en 2015, con dos entrenadores de equipos británicos, Victoria Irwin y Joseph Ahmet Aygul, quienes compartieron sus experiencias y técnicas. Para el programa, que privilegia a los niños y jóvenes de sectores menos privilegiados, la utilidad de deporte rebasa lo puramente competitivo, ya que también ayuda a construir un sentido de comunidad y pertenencia que combate la criminalidad adolescente y la exclusión social, además de cultivar valores como trabajo en equipo, solidaridad y liderazgo.
Todos estos programas tienen algo en común: creen en la capacidad de los jóvenes de tomar el control de sus futuros y convertirse en lideres de sus comunidades. Por eso los preparan para la vida y los apoyan en la búsqueda de sus metas a través del deporte, el arte y el emprendimiento social. Les entregan las llaves que necesitan para transformar el mundo.